Su solo nombre nos conecta con el tango, el fútbol y El Obelisco. Sí, Buenos Aires es todo eso y mucho más, porque esta ciudad se ha convertido, indiscutiblemente, en uno de los destinos turísticos más importantes de la región, y vaya que hay razones de sobra para serlo. Baires combina, armoniosamente, su pasado y su presente mediante un hermoso diseño urbano, con grandes edificios patrimoniales, gigantescos parques, para disfrutar de la naturaleza y capear el calor del verano y modernos edificios situados en Puerto Madero, un sector que pertenecía al puerto de la ciudad y que hoy es una de las cartas de presentación del turismo bonaerense, con hoteles, restaurantes, bares, pubs y museos, una verdadera “nueva ciudad” que emergió del pasado portuario de la capital transandina.
Sin duda que nos extenderíamos demasiado si nombramos cada zona turística de Buenos Aires, porque son demasiadas, así que haremos una pequeña definición de las más importantes: Caminito, un pasaje situado en el barrio de La Boca, de gran valor artístico y cultural; Palermo, la meca de la moda de Buenos Aires; San Telmo, un encantador barrio colonial, ubicado al sur de la ciudad; Café Tortoni, fundado a mediados del siglo XIX, espacio preferido por artistas y escritores argentinos y extranjeros; Bosques de Palermo, un hermoso y gigantesco parque con lagunas artificiales, Teatro Colón, un importante monumento arquitectónico, considerado uno de los cinco escenarios más importantes en el mundo de la ópera; Floralis Genérica, una escultura metálica que abre sus pétalos en el día y los cierra en las noches, y no podemos finalizar sin mencionar El Obelisco, una estructura de hormigón de más de sesenta metros de altura y símbolo indiscutible de la ciudad. Dicen que las vistas a la ciudad, desde sus ventanales, son mágicas.
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